Nuestra historia

Tradición y calidad

En 1932, comienza la construcción de un inmueble que debía estar en condiciones de ser usado indistintamente para hotel, oficinas comerciales o vivienda. Se llama entonces a un concurso privado y lo gana el ingeniero suizo Walter Möll. A los 51 años, aborda el magnánimo proyecto, junto con la ejecución de planos y dirección técnica, de erguir el EDIFICIO SAFICO sobre la todavía angosta calle Corrientes.

El ingeniero debió tener en cuenta las disposiciones del reglamento de Construcción Municipal que ya regía desde el año 1928. La misma obligaba a que las nuevas construcciones sobre la calle Corrientes fueran levantadas unos metros atrás de la línea de edificación contemplando el posterior ensanche de la citada calle que recién pudo concluirse en 1936. Asimismo, este reglamento limitaba la altura del frente del edificio a unos 40 mts.

Contaría además con la empresa GEOPE, Compañía General de Obras Públicas, S.A., que tuvo a su cargo la ejecución de los trabajos de hormigón armado, albañilería, revoques y azoteas, además de las instalaciones sanitarias.

Habiéndose hormigonado el primer cimiento del edificio Safico el 31 de octubre de 1932, el esqueleto fue terminado el 25 de mayo del siguiente año, de modo que se necesitó para los trabajos de hormigón armado, el tiempo de 160 días laborables. El tiempo record en que fue levantada la estructura del rascacielos, incluso para los cánones actuales y considerando no sólo la época, sino también la elevada complejidad y calidad de la obra, es motivo constante de estudio tanto de las facultades de ingeniería como de arquitectura. Asimismo, los últimos tres niveles del edificio (23, 24 y 25) constituyeron un solo departamento, lo que además lo convirtió en el primer “triplex” del país. Este triplex fue cedido por uno de sus directivos al escritor Chileno Pablo Neruda en su estadía en la Argentina durante su cargo como Cónsul.

El EDIFICIO SAFICO es un ejemplar de arquitectura Racionalista y estilo Art Decó. Fue terminado y entregado a la Sociedad propietaria el 8 de septiembre de 1933. Para este entonces el EDIFICIO SAFICO ya se había convertido en la construcción para viviendas más alta del país y aportaba a la ciudad de Buenos Aires un emblemático exponente de calidad, diseño y confort, sin precedentes.